Desde 1992, el movimiento feminista Mujeres Creando viene utilizando la calle como escenario y el graffiti como arma de lucha.
Empezaron grafiteando frases potentes y provocadoras en las paredes de La Paz, y realizando intervenciones en espacios públicos, para extenderse luego a otros departamentos de Bolivia, y otras partes del globo (Buenos Aires, Madrid, Alemania...).
A través de su propio sello editorial publicaron tres libros de graffiti: Grafiteadas, Mujeres grafiteando, y Mujeres grafiteando más.
Muchas de sus pintadas fueron apropiadas y parafraseadas por grupos feministas de distintos países, como por ejemplo "Tú me quieres virgen, tú me quieres santa, tú me tienes harta" o bien "de hacerte la cena, de hacerte la cama, se me fueron las ganas de hacerte el amor".
Desde hace algunos años varias instituciones rescatan a sus graffiti como una forma de arte, pero las Mujeres Creando no se consideran artistas, sino que se definen como agitadoras callejeras.
Sus acciones se dividen en política simbólica y política concreta. La política simbólica se da en los graffiti, las acciones en vía pública o intervenciones en distintos espacios como museos e instituciones culturales. También en su FM Deseo, que funciona como escuela de radio y espacio de comunicación para una diversidad de grupos (ciegos, gays, mujeres en situación de prostitución, trabajadoras del hogar, etc.). En el plano concreto proponen un lugar de encuentro autogestivo, La Virgen de los Deseos, donde funcionan un bar y comedor, una librería, una guardería, un servicio de atención legal gratuito para mujeres, entre otros.
Su página web es: www.mujerescreando.org
En GRaFiTi - escritos en la calle, podés ver fotos de varios de sus graffiti poniendo "mujeres creando" en el buscador o haciendo clic acá.
Fernando Aíta
Tercera selección de grafitis recopilados en los furgones de la Línea Roca, entre Sarandí y Hudson o Sourigues. Sexo, drogas y rocanrol, política, religión, amores y poesía entre esas cuatro paredes íntimas y públicas, donde nada se queda quieto mucho rato.
Un viernes, a eso de las 10 de la noche, sobre los bancos de cemento de una plazoleta en Donato Álvarez y Av. San Martín (San Francisco Solano), un tal Ariel se colgó a escribir con fibrón la novela de su vida: ideas simples y potentes, sinceramientos y consejos para sí mismo, para cualquiera.
Autor de novelas memorables como Nuevas cenizas y Muñecas 970, Mariano Fiszman transita las transformaciones de las calles de Villa Crespo, donde la demolición de casas antiguas coincide con el auge de los outlets y las pintadas del arte callejero.
Bárbara Gasalla le pidió a artistas callejeros que elijan una obra y cuenten su proceso de producción. Aquí Sebastián Cilio habla sobre su esténcil de Cayetano Santos Godino.