Por su carácter ilegal, clandestino, la escritura grafitera se desarrolla sobre todo por las noches: menos personas, menos ojos.
Pero hay un tipo de graffiti nocturno por excelencia.
Al anochecer, a medida que los negocios bajan las persianas, junto con las cortinas metálicas se desenrollan una cantidad de mensajes ocultos durante la agitación del día.
Los locales desocupados son excepcionales: mantienen las pintadas en exposición las 24 hs., a veces durante meses y años.
Una hipótesis: el graffitero elige la persiana de un comercio antes que la pared de una casa. Un indicio lo aportaría el hecho de que casi nadie pinta graffiti en los vidrios de los locales con rejas.
Una invitación: ver la etiqueta "persiana" o ingresar la palabra en BUSCAR.
Fernando Aíta
Desde La Plata, Luxor Magenta cuenta cómo empezó a hacer sus trabajos de "pintura callejera". Con un estilo reconocible, de colores saturados y figuras anchas de ojos abiertos, sus imágenes nos miran desde paredes, contrafrentes y persianas.
Graffix Oster aparece de maneras bien diferentes en muchas paredes de Córdoba Capital. El nombre se repite, las formas mutan. Cosas de la época, nos conocimos por Facebook (lo propusieron en la última encuesta), vimos fotos de trabajos en sus webs, y le mandamos un par de preguntas. Las respuestas, claras, generosas, dejan entrever años de práctica y formación, y una forma creativa de habitar la ciudad.
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Y si tenés un link de donde leerlo, se agradece.
Witold Gombrowicz nació en Polonia en 1904. Vino a la Argentina en 1939 y la Segunda Guerra Mundial lo dejó en estas tierras hasta el 63. En el medio, tradujo, colectivamente, Ferdydurke al castellano, publicó Transatlántico, Bacacay, Pornografía y llevó unos diarios. Partes de ellos fueron publicados: Diario argentino (Sudamericana, 2001). En este fragmento, se refiere a escribir en los baños de las confiterías.