Por su carácter ilegal, clandestino, la escritura grafitera se desarrolla sobre todo por las noches: menos personas, menos ojos.
Pero hay un tipo de graffiti nocturno por excelencia.
Al anochecer, a medida que los negocios bajan las persianas, junto con las cortinas metálicas se desenrollan una cantidad de mensajes ocultos durante la agitación del día.
Los locales desocupados son excepcionales: mantienen las pintadas en exposición las 24 hs., a veces durante meses y años.
Una hipótesis: el graffitero elige la persiana de un comercio antes que la pared de una casa. Un indicio lo aportaría el hecho de que casi nadie pinta graffiti en los vidrios de los locales con rejas.
Una invitación: ver la etiqueta "persiana" o ingresar la palabra en BUSCAR.
Fernando Aíta
Doctora en Letras (UBA) e investigadora del Conicet, Claudia Kozak es autora de dos libros sobre intervenciones urbanas: Las paredes limpias no dicen nada, en colaboración, y Contra la pared. En esta entrevista, desmenuza la práctica del graffiti: géneros, estilos, temas y ejemplos puntuales, con el ojo puesto en la relación entre los lectores y lo que aparece escrito en el espacio público.
Tres videos con distintas visiones sobre el borrado de grafitis. El norteamericano Joe Connolly: un fanático del graffiti dado vuelta. Irmella Mensah-Schramm, una berlinesa jubilada, tapa y remueve inscripciones nazis. Y un corto "documental" que propone ver al borrado de graffiti como una forma de arte subconsciente. De yapa, graffiti revertido del brasileño Alexandre Orion.
El domingo 27 de noviembre a las 17:00 hs., salimos a cazar grafitis por las calles de Chacarita y Colegiales. Nos encontramos en el Espacio Cultural Despierta, en Av. Lacroze 3574.
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Gracias.
Jorge Barón Biza (1942-2001) fue escritor, crítico de arte, periodista y docente en la Universidad Nacional de Córdoba y en la de Catamarca. Tuvo una vida atormentada que narró en sus libros: El desierto y su semilla, El indiferente, Papiroflexia. El texto que sigue cuenta una visita al penal de Bouwer, y recopila grafitis que los presos dejaron en puertas y paredes.