En "la Advertencia del autor" del clásico Facundo, editado en 1845, Domingo Faustino Sarmiento cuenta por qué debió exiliarse en Chile.
Considerado un libro fundacional de la literatura argentina, es también un testimonio remoto de la práctica del graffiti a cargo de uno de los más importantes pensadores argentinos de fines del S. XIX.
Aquí va parte del texto.
On ne tue point les idées.
Fourtoul
A los hombres se degüella; a las ideas, no.
A fines de 1840 salía yo de mi patria, desterrado por lástima, estropeado, lleno de cardenales, puntazos y golpes recibidos el día anterior en una de esas bacanales de soldadescas y mazorqueros. Al pasar por los baños de zonda, bajo las Armas de la Patria, escribí con carbón estas palabras:
On ne tue point les idées.
El gobierno a quien se comunicó el hecho, mandó una comisión encargada de descifrar el jeroglífico, que se decía contener desahogos innobles, insultos y amenazas. Oída la traducción, "¡Y bien! -dijeron-, "¿qué significa esto?..."
Significaba, simplemente, que venía a Chile, donde la libertad brillaba aún, y que me proponía hacer proyectar los rayos de las luces de su prensa hasta el otro lado de los Andes. Los que conocen mi conducta en Chile, saben si he cumplido aquella protesta.
* La idea de esta entrada fue sugerida por la nota sobre el graffiti que Oscar Félix Haedo publicó en la revista Idea Viva.
Acá va otro clip con fotos de Alejo Tarrío, César Verrier, Natalia Maskin, Nora Guledjian y Sergio Fernández, sacadas en el Segundo Safari Fotográfico de GRaFiTi, que se hizo el domingo 27 de noviembre de 2011, por los barrios de Colegiales y Chacarita.
AMEBA son las siglas de Arte Móvil Experimental Buenos Aires, un grupo de intervenciones urbanas surgido a mediados de 2011 en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. En esta conversación por correo electrónico, compartieron sus principios, influencias e ideas.
La Unidad N° 11 del Servicio Penitenciario de Santa Fe está ubicada en la Ruta 14 a diecinueve kilómetros de la Ciudad de Rosario, en la localidad de Piñero. Durante una visita al penal, en un salón donde los chicos estudian, nos encontramos con estos graffiti: intentos de convertir las paredes que los atrapan en un espacio de apertura, y uno de los rincones más coloridos y vivaces en un lugar bastante gris y oscuro.
En las calles de Buenos Aires, empezaron a aparecer afiches publicitarios cuyas caras están cubiertas con pintura. Un gesto simple para crear un efecto extraño. En una conversación por mail, el creador de estas intervenciones, alias RRAA.-, cuenta los orígenes y los porqués de la serie "Desenmascarados".
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