¿Te imaginás una ciudad sin graffiti? ¿Un paisaje de paredes impecables y vacías, dominado por publicidades y carteles de negocios? Bueno, acá va un pasaje del libro Existencilism de Banksy, que invita a imaginar lo contrario: ciudades llenas de vida y color.
Vándalos
Gentuza retorcida sale cada día y pintarrajea esta gran ciudad. Dejando sus garabatos idiotas, invadiendo comunidades y haciendo sentir a la gente sucia y usada. Ellos solo toman, toman, toman y no devuelven nada. Son egoístas y mezquinos, y hacen del mundo un lugar feo para estar.
Los llamamos agencias de publicidad y urbanistas.
La gente dice que hay un problema de graffiti. El único problema con el graffiti es que no hay suficiente.
Imaginate una ciudad donde el graffiti no fuese ilegal, una ciudad donde todo el mundo pudiera dibujar donde le gustara. Donde cada calle estuviese inundada con un millón de colores y frasecitas. Donde esperar en una parada de colectivos nunca fuese aburrido. Una ciudad que se sintiera como algo vivo, que respira, que pretenece a todos, no sólo a los agentes inmobiliarios y los barones de los grandes negocios. Imaginate una ciudad así y dejá de apoyarte contra la pared --está recién pintada.
En el libro Existencilism (2002) de Banksy, y reproducido en la compilación Wall and piece (2005).
El sábado 9 de noviembre damos una charla sobre grafitis acá: ARTE + NUEVAS TECNOLOGÍAS: Encuentros de Cooperación e Intercambio (ECI) - Artes Electrónicas de la UNTREF | Eje temático: "ARTIVISMO". En la Sala Madres (2do piso) del Centro Cultural San Martín.
Recibimos sugerencias y preguntas en los comentarios.
El viernes 1 de noviembre a las 19hs. participamos en La Libre de este encuentro con proyecciones y una charla abierta, junto a Eduardo Molinari y Santiago Fredes. Acá todos los detalles.
Diariamente se pegan en Buenos Aires entre 7 y 10 kilos de volantes de oferta sexual. Detrás de ellos se esconden la trata de personas y la prostitución infantil. A través de "Un problema real", Juan Pablo Chaves y Rubén Sánchez, buscan darle visibilidad al problema e impulsar soluciones colectivas a través de la acción.
El pasaje de la calle Superí, en el barrio de Belgrano, es conocido porque, desde hace años, sus paredes viven pintadas con grafitis hip-hoperos. Una visita nocturna a esta galería espontánea es la llave que abre una red de asociaciones con el tiempo como eje central.