Los graffiti de baño son un género en sí mismo. Tanto que, en 1969, Robert Reisner hizo en Estados Unidos una compilación llamada Graffiti (Inscripciones en los baños). Dos años después, Ediciones Papiro tradujo y editó en Argentina una versión acotada de aquel libro. Aquí va una selección de grafitis para leer sentado en el trono.
¿Por qué mirás acá? El asunto está en tus manos.
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Almuerzo gratis.
Escrito en un inodoro. Univ. Carolina del Norte, 1959.
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Ahorre agua. Báñese con sus amigos.
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Feliz gonorrea y próspera sífilis.
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Nosotros somos la gente de la que nuestros padres nos enseñaron a cuidarnos.
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Las gotitas de agua
sobre el piso del toilette
hacen que el portero
se enoje con usted.
Así que, amigo, recuerde
antes de que el chorro salga
ponga la manguera
en su justa distancia.
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No te hagas el artista, usa las dos manos.
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No tire cigarrillos en el inodoro; se humedecen y no se pueden prender.
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Estoy sentado en el maloliente hoyo.
Algún hijo de puta se robó el rollo.
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Acérquese un poco más, lo tiene más corto de lo que piensa.
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Este es el lugar donde todos venimos
a hacer lo que debemos cuando nos decidimos.
Hagámoslo rápido como el viento
pero no lo hagamos sobre el asiento.
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Algunos vienen aquí a escribir y a leer
pero yo vengo a satisfacer necesidades mucho más primarias.
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Hubiese escrito esto antes, pero alguien ocupó este baño durante tres días.
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Mi graffiti no será válido
pues mi rouge es rosa pálido.
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Dios te observa, de modo que dale un buen show.
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Nunca cague mañana lo que puede cagar hoy.
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Llame a una rubia hermosa al 444. Si atiende un hombre, soy yo.
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Lo que los hombres aprenden siempre tarde
es que el sexo interesa a ambos sexos.
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Los caramelos son ricos, pero el sexo no provoca caries.
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Tengo lo que toda mujer quiere
(Debajo)
Debes tener una zapatería.
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Fell Atio ama a Connie Linguis.
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Ojalá fuese un bichito
para poder morder un culito.
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Cuando Adán era niño
y el papel aún no era un invento,
se limpiaba el culo con pasto
y después se quedaba contento.
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Yo no estuve aquí.
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El inodoro es esencialmente como el arpa:
un instrumento para ejecutar solos.
Fútbol, policías, ladrones, el punk, la cumbia, la literatura, la tele, un juego infantil, los 90, los 2000 y ¿más? Pasen y lean las conexiones que puede desatar un graffiti futbolero y carcelario escrito en la calle.
Nazza Stencil o Nazza Plantilla es de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, pero sus intervenciones pueden verse por varias ciudades de Argentina y del mundo. A partir de algunas preguntas que le hicimos, compartimos su visión sobre algunos aspectos de las intervenciones en la calle.
Podés dejar tus consejos en los comentarios.
Cuando coleccionás grafitis (supongo que pasa con cualquier cosa que colecciones), no podés dejar de notarlos. Además de que abundan. Creo que, más allá de la obsesión, en la ciudad no hay una sola cuadra sin marcas: aunque sea una firma, un dibujito, un mensaje, fijate bien, porque en algún lugar están.
Desde 1998 hasta hoy, la ciudad entera de Buenos Aires es la galería donde Oscar Brahim elige exponer su obra. Sin vernissages ni catálogos con texto crítico, las intervenciones urbanas de Oscar –él las llama juegos– duran poco y están destinadas a un público fortuito, de ojos bien abiertos.
En la puerta de un baño de la Facultad de Lenguas de Córdoba se había entablado un diálogo escrito entre dos mujeres que se intercambiaban insultos. En una entrada del diálogo, una de ellas llamó a la otra "culiada", a lo que una tercera persona más tarde acotó: "¿Por qué "culiada" es una mala palabra, si se siente tan bien?".
¡Una ídola!
este grafiti esta bien feo como los que lo
HICIERON ESTO OSEA UUUUAAAAAAACCCCCCAAAAAALLLLLAAAAA.
CHALLITO