Grafitis sobre grafitis.
Hay un chiste que se repite con variantes en algunos graffiti.
Su tema está relacionado con el hecho de escribir o pintar uno.
A su manera, son paradójicos, como pedir “silencio”, que implica usar una palabra.
Acá van dos más:
"Te cabe la pintada".
En Teodoro García y Enrique Martínez, Colegiales.
"No hacer grafitis".
En Piedras al 1500, San Telmo.
Fútbol, policías, ladrones, el punk, la cumbia, la literatura, la tele, un juego infantil, los 90, los 2000 y ¿más? Pasen y lean las conexiones que puede desatar un graffiti futbolero y carcelario escrito en la calle.
Nazza Stencil o Nazza Plantilla es de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, pero sus intervenciones pueden verse por varias ciudades de Argentina y del mundo. A partir de algunas preguntas que le hicimos, compartimos su visión sobre algunos aspectos de las intervenciones en la calle.
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Cuando coleccionás grafitis (supongo que pasa con cualquier cosa que colecciones), no podés dejar de notarlos. Además de que abundan. Creo que, más allá de la obsesión, en la ciudad no hay una sola cuadra sin marcas: aunque sea una firma, un dibujito, un mensaje, fijate bien, porque en algún lugar están.
Desde 1998 hasta hoy, la ciudad entera de Buenos Aires es la galería donde Oscar Brahim elige exponer su obra. Sin vernissages ni catálogos con texto crítico, las intervenciones urbanas de Oscar –él las llama juegos– duran poco y están destinadas a un público fortuito, de ojos bien abiertos.