Miembro fundador de Vómito Attack, un grupo de arte callejero surgido a principios de la década pasada, Cabaio se hizo solista desplegando sus esténciles donde tramas y texturas se mezclan con formas humanas y animales. Puede que hayas visto su trabajo en Argentina, Brasil o Francia, y si no, ahora acá.
Otra clase de información en la vía pública
Empecé a pintar en 2002, luego del quilombo de De la Rúa y de las Torres Gemelas. Junto a
Incoo salíamos a pintar por San Telmo bajo el seudónimo de Vómito Attack, salíamos
de noche después del trabajo, los dos trabajábamos en un restaurant. Pensábamos
que en la calle había demasiada información, letras, números, colores y uno sin
quererlo, sólo por saber leer se traga toda esa información, publicidades, carteles
políticos, vidrieras, etc., etc…. Entonces quisimos dejar otra clase de información en la vía
pública: vomitábamos lo que pensábamos en las paredes. Aparte en la calle pasa de todo, es
un espacio libre, ideal para expresar lo que uno piensa.
La calle como proveedor de materiales
Es un poco difícil hablar de mi trabajo, pero pienso en transmitir sensaciones, cosas que
pasan por mi cabeza. También trato de relacionar lo que hago con la calle, me encanta la
mezcla y relación de colores e imágenes, usando la calle como proveedor de materiales
esenciales para mi trabajo (como tachos de pintura que sobran de obras, objetos que sirvan
de tramas, radiografías para usar como plantillas).
¿Arte callejero?
Creo que responde a personas que usan la calle como soporte, como medio para
expresiones urbanas. Para mí es una forma de vivir, salgo por la calle siempre con
expectativas y esperanzas. La relación que tengo con la calle es intensa, siempre pasan
cosas.
Influencias, fuentes de inspiración
Cy Twombly, Gerardo Yepiz, Gaslamp Killer, Víctor Vasarely...
Para más información sobre Cabaio: http://cabaiostncl.blogspot.com/
Los furgones de la Línea Roca abundan en inscripciones: rayados, con fibrón o con aerosol, se aprecian firmas, frases, dibujos, esténciles... de toda calaña y sobre temas muy diversos. Acá va una segunda selección de grafitis recopilados en viajes entre Sarandí y Hudson o Sourigues.
Murió el genocida Jorge Rafael Videla, a los 87 años en el penal de Marcos Paz, donde cumplía condena por delitos de lesa humanidad.
Chaman es fotógrafo y diseñador gráfico y pinta en las calles desde 2009. Sus trabajos, inspirados en varios lenguajes, intentan modificar el espacio urbano y la percepción de la gente a través del impacto visual.
Anotá tus razones en los comentarios. Muchas gracias.
Por trabajo, estuve recorriendo en bicicleta el conurbano sur, y tuve la suerte de viajar en los furgones de la Línea Roca: entre Avellaneda y Don Bosco, Bernal, Quilmes, Ezpeleta, Berazategui, Sourigues o Hudson, a la ida, por las mañanas, y a la vuelta, cerca del mediodía. Mientras compartía charlas con compañeros momentáneos y recurrentes, fui recopilando algunos grafitis.
Estos tipos me motivaron, ni bien venga un poco el calorcito, arranco por casa...Excelente la nota, sigán así con las entrevistas, contagiando!
Muchas gracias por el mensaje, Andru!
Nos alegra que te guste la entrevista
Hola, ¿haceís grafitis a domicilio? es para un cuarto, Un Saludo