Al igual que con otras pasiones, la lectura de grafitis me cautivó mucho antes de que pudiera encontrarle motivos. En el principio, entonces, fueron los mensajes. Frases escritas por manos anónimas que, de golpe, en la pared de alguna calle, me salían al cruce. Risa, desconcierto y, a veces, el inevitable estar o no de acuerdo. Pero nunca indiferencia.
Después, vinieron las preguntas. ¿Qué lleva a una persona a escribir lo que siente o piensa en una pared? ¿Tiene en cuenta que lo que diga con pintura va a leerlo mucha gente, y no sólo el destinatario preciso cuando hay una/o? ¿Querrá que sus palabras duren para siempre?
Para quienes escriben grafitis, puede que exista algo atractivo en la cosa clandestina del asunto. Pintar de noche, a la vista de nadie, con la incertidumbre de si la tarea podrá ser llevada a cabo hasta el fin. No menos cierto es que los espacios de expresión pública escasean en la ciudad para cualquiera que no sea una marca, un producto o servicio. Y, claro, también está la satisfacción de imprimir algo propio en el paisaje de todos los días.
Con los grafitis la relación entre lo escrito y sus lectores queda mediada por la casualidad del encuentro. Lo escrito tiende a lo efímero y las paredes son las páginas de un libro, imposible de tener en las manos, que se está escribiendo y borrando todo el tiempo. Quizás, registrarlos sea una forma de hacerlos durar en la memoria, ese puñado de arena que día a día se escurre entre los dedos.
Alejandro Güerri
El jueves 11 de mayo a las 20hs. se presentó el libro Escritos en la calle - Grafitis de Argentina en Zona Futuro de la 43º Feria del Libro de Buenos Aires. Aquí van algunas imágenes.
El jueves 11 de mayo a las 20 hs. se presenta el libro Escritos en la calle - Grafitis de Argentina publicado por La Marca editora en Zona Futuro (Pabellón Amarillo) de la 43º Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Nicolás Sánchez nació en Cumana hace 33 años y desde 2005 vive en Montevideo. Define su trabajo como muralismo, pintura a gran escala e intervención urbana, cuando usa el “soporte público”. Pinta en la calle desde 2008 pero aún sigue en la búsqueda de lenguajes y técnicas propios.
Sobre el final del encuentro dirá "es que yo necesito sentir y hacer todo el tiempo". Y ese entusiasmo vital que anduvo flotando a lo largo de la charla, también desborda de las pintadas que plasma en las paredes. Nacida en San Bernardo, Parafinas Doradas se define como una "escritora plástica".
Cualquiera que camine por Lomas de Zamora se sorprende al ver cientos de esquinas, paredes y persianas pintadas con mil rayitas rojas y blancas, escudos del CALA y homenajes musicales. Y es que la pasión por Los Andes encontró quien la plasme en las calles del barrio: Ganando Las Calles.