En la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, un artista pintó este mural. Alguien lo intervino con un graffiti y encendió una polémica. Celeste Arrarás nos mandó la foto y compartió la inquietud. ¿Vos qué pensás?
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En el Capítulo 4 de La Comunicación Gráfica Pública Marginal. Documentación y análisis de Graffitis, Stencils y Afiches en la Ciudad de Mendoza, Juan Cruz Groisman propone una clasificación sencilla y abarcativa para la cantidad de cosas que vemos por la calle: distingue entre comunicación oficial y marginal, y define claramente la CGPM. Aquí un fragmento de su tesis, y un link para seguir leyendo.
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En 1981, las plantillas de Blek le Rat empezaban a aparecer en las calles de París. Hoy, este artista francés prepara tres exposiciones de sus esténciles en San Francisco, Londres y París. Con el entusiasmo y la inspiración intactas, sus palabras nos iluminan en esta entrevista exclusiva, donde habla de su carrera, de la transición de artista callejero a las galerías de arte, y... de su visita a Buenos Aires.
Junto a NN, empezaron a pintar en 2001. Su primer diseño fue un hit: el Bush con orejas de Mickey. Después, se relacionaron con otros artistas y encararon trabajos más grandes. En 2006 con RDW, Malatesta y StencilLand abrieron una galería de arte urbano: Hollywood in Cambodia. En esta charla recorremos 10 años de Bs. As. Stencil, y una década con el graffiti y street art en Argentina.
Estas revisitas a los clásicos, listas para ser escritas en la pared, pertenecen a Los nada (2011), el libro póstumo de Javier Adúriz.
Hola, yo soy muralista, ocupaciòn muchas veces ingrata por lo laboriosa, mal paga y de difìcil gestiòn. Creo que el grafitti en èste caso es una guachada. Parece màs un acto de censura que de reivindicaciòn porque primero discentir con una obra de arte no da derecho a estrpearla y segundo confunde un muy bien logrado contenido eròtico con machismo, parece màs bien una respuesta pacata y conservadora disfrazada de feminismo y de grafitti. Un saludo
Siendo mesurada, creo que por una parte puede parecer gracioso o reflejar una realidad, que es la curiosidad infantil por la sexualidad. Por otra parte puedo decir que reproduce comportamientos "machistas" avalados por una sociedad que ríe estas gracias. Ahora bien, para no caer en los extremos, creo que refleja la realidad de la curiosidad infantil por la sexualidad y que ésta debe ir seguida de una explicación al niño sobre los límites de su curiosidad respecto al cuerpo de los demás. No se le va a reprender por su curiosidad natural, pero tampoco se le han de aplaudir aquellos comportamientos curiosos que signifiquen una falta de respeto. Desde mi punto de vista, el mural más el graffiti reflejan estas dos caras de la realidad, no sólo una, la del mural original. Ahora con el grafitti está completo! :D
El mural, además de machista, me parece carente de valor artístico. Esto sin ánimo de ofender a quien lo pintó. Y los grafiti, tienen en muchos casos una función de denuncia, de modo que, en este caso, no me parece mal la intervención.
Según mi parecer, tanto la obra original como la intervención tienen valor, pues cada una comunica un mensaje importante desde dos puntos de vista, opuestos o simbióticos. La primera obra,comunica una ingenuidad y el capricho optimista del artista. Hay quienes ven ese ¨capricho¨ como machista, lo cual como mujer entiendo, y no sólo me parece válido, sino importantísimo ya que se empiece a percibir y comprender en nuestra sociedad.
El arte es provocador por naturaleza. El mural es una obra de arte mas, y puede despertar emociones positivas o negativas. Desde el punto de vista de preservar la expresion artistica, el graffiti es desubicado. Es como si en un museo pintaramos los desnudos por pornograficos. Sin embargo, desde lo que denuncia, y siendo la pared un espacio publico, la pertinencia de la critica del grafitti puede ser algo valida. Pero a mi me provoca rechazo.