Witold Gombrowicz nació en Polonia en 1904. Vino a la Argentina en 1939 y la Segunda Guerra Mundial lo dejó en estas tierras hasta el 63. En el medio, tradujo, colectivamente, Ferdydurke al castellano, publicó Transatlántico, Bacacay, Pornografía y llevó unos diarios. Partes de ellos fueron publicados: Diario argentino (Sudamericana, 2001). En este fragmento, se refiere a escribir en los baños de las confiterías.
Jueves
¿Decirlo o no decirlo? Hace aproximadamente un año me ocurrió lo siguiente: Entré en el baño de un café de la calle Callao… En las paredes había dibujos e inscripciones. Pero aquel deseo delirante nunca me hubiera atravesado como un aguijón envenenado de no haber palpado por azar un lápiz en mi bolsillo. Un lápiz de color.
Encerrado, aislado, con la seguridad de que nadie me veía, en una especie de intimidad… el murmullo del agua que me susurraba: hazlo, hazlo, hazlo, saqué el lápiz. Mojé la punta con saliva. Escribí algo en la pared, en la parte superior para que sea más difícil borrarlo, escribí en español algo, ¡bah!, completamente anodino, del género de: "Señoras y señores tengan la bondad de…"
Guardé el lápiz. Abrí la puerta. Atravesé el café y me mezclé entre la multitud de la calle. Allá quedó el escrito.
Desde entonces vivo con la conciencia de que mi escrito está allá.
Dudaba si debía confesarlo. Vacilaba no por razones de prestigio sino porque la palabra escrita no debe servir para la publicación de ciertas manías… Y sin embargo no voy a ocultarlo: nunca soñé siquiera que aquello podía resultar tan… fascinante. Apenas si puedo reprimir el remordimiento por haber malgastado tantos años de mi vida sin haber conocido una voluptuosidad tan barata y desprovista de todo riesgo. Hay algo raro y embriagador en ello… que posiblemente proviene de la terrible evidencia del escrito que está allá en la pared unido al absoluto secreto de su autor, al que es imposible descubrir.
[…]
W. Gombrowicz, "Diario argentino" (1967). Ed. Sudamericana. Buenos Aires.
Muchas gracias a Valeria Galliso por la cita.
Los furgones de la Línea Roca abundan en inscripciones: rayados, con fibrón o con aerosol, se aprecian firmas, frases, dibujos, esténciles... de toda calaña y sobre temas muy diversos. Acá va una segunda selección de grafitis recopilados en viajes entre Sarandí y Hudson o Sourigues.
Murió el genocida Jorge Rafael Videla, a los 87 años en el penal de Marcos Paz, donde cumplía condena por delitos de lesa humanidad.
Chaman es fotógrafo y diseñador gráfico y pinta en las calles desde 2009. Sus trabajos, inspirados en varios lenguajes, intentan modificar el espacio urbano y la percepción de la gente a través del impacto visual.
Anotá tus razones en los comentarios. Muchas gracias.
Por trabajo, estuve recorriendo en bicicleta el conurbano sur, y tuve la suerte de viajar en los furgones de la Línea Roca: entre Avellaneda y Don Bosco, Bernal, Quilmes, Ezpeleta, Berazategui, Sourigues o Hudson, a la ida, por las mañanas, y a la vuelta, cerca del mediodía. Mientras compartía charlas con compañeros momentáneos y recurrentes, fui recopilando algunos grafitis.