Graffix Oster aparece de maneras bien diferentes en muchas paredes de Córdoba Capital. El nombre se repite, las formas mutan. Cosas de la época, nos conocimos por Facebook (lo propusieron en la última encuesta), vimos fotos de trabajos en sus webs, y le mandamos un par de preguntas. Las respuestas, claras, generosas, dejan entrever años de práctica y formación, y una forma creativa de habitar la ciudad.
Los comienzos
Creo que empecé a intervenir en la calle a los 14 o 15 años, cuando comencé a andar en skate. Esta disciplina me abrió la mente para ver en el espacio urbano posibilidades más allá de las que conocía o me habían enseñado. Así, las bajadas, planos, bancos, calles, tapias, barandales, paredes, escaleras se convirtieron en elementos de expresión. Empecé a ver a los obstáculos, objetos y el espacio urbano como oportunidades de expresión. Creo que en aquel entonces no me di cuenta de la magnitud de este descubrimiento y adónde me llevaría. Empecé a notar espacios que eran de todos pero a la vez de nadie, y espacios que eran de alguien en particular pero a la vez de todos o se encontraban abandonados. No tardé en divisar firmas en las paredes y asociarlas con sus herramientas: aerosol, marcadores, liquid paper, ladrillos, cal, etc., etc.
Yo estaba acostumbrado a escribir y dibujar en los bordes de las hojas de la carpeta, en los bancos o en los baños del colegio. Me cuestionaba el cómo, cuándo, por qué y quién detrás de esas firmas y leyendas anónimas. Me llamaban más la atención las que tenían una carga de estilización y caligrafía interesante. Eran casi como códigos o letras chinas para mí. Y creo que esta es una de las razones por las cuales me convertí en diseñador. No pasó mucho tiempo para que yo agarrara un marcador o un aerosol y me embarcara en un proceso de investigación, y de prueba y error. Lo que me impactó mucho y me impulsó a comenzar en el mundo de la pintura, fue ver de chico los graffitis a los costados de las vías del tren en Bs. As. Quise reproducir la misma idea acá en Córdoba, pintando en paredes sobre los recorridos de los colectivos que yo me tomaba para ir al colegio.
“Las paredes se mueven frente a mis ojos”
Porque de chico pasaba mucho tiempo en la calle, y también porque sentía que dentro de mi casa o dentro del colegio no me podía expresar libremente. Aparte, una vez que pintás en la calle, la mirás de otra forma. Yo me la paso viendo paredes para pintar. Ir en colectivo o tren es como una película. Las paredes se mueven frente a mis ojos. Pienso que tengo más llegada a la gente que quiero que me escuche o aprecie mi trabajo. Siento que de cierta forma estoy burlando el orden impuesto donde los medios y el dinero monopolizan el espacio de comunicación y difusión. Estoy cansado de que los anuncios me digan qué tengo que hacer y qué necesito. No necesito que mi obra esté en un museo, si puede estar en la calle.
Yo me dedico a pintar graffiti
Tomo espacios de la ciudad para convertirlos en mi lienzo. Por lo general, son espacios abandonados o deteriorados donde puedo ver que mi obra va a generar algo positivo. Trato de compartir mi trabajo con la gente que lo quiera apreciar (otros graffiteros o los vecinos atentos). Uso más que nada aerosol, látex y rodillo o lo que tenga a mano. Pinto mi apodo Oster de muchas formas diferentes (me gusta diseñar letras y diseño sobre mi nombre), a veces adjunto frases que me parece bueno compartir con los demás, o dedicaciones para amigos y conocidos. Pintar es una buena excusa para salir a la calle, tomar aire y desconectarse un poco de la rutina. Nunca sabés qué te podés encontrar, es una buena aventura.
Creo que trato de trasmitir algo positivo, trato de despertar la curiosidad que despertó en mí la primera vez que lo vi. Busco provocar a la gente, que se cuestione, que se rebele, que se despierte. Estoy seguro de que hoy día, en algún lado, un chico está mirando un graffiti y en ese mirar estará cuestionando el orden de las cosas. Después de todo esto, lo hago por una cuestión de expresión y experimentación propia. Y de trasfondo siempre está la comunicación y juego con la otra gente que pinta en la calle.
Por las calles más transitadas de Córdoba encontrarás algunas obras que regalé a la ciudad… O por lo menos, las que todavía sobreviven.
Buscar y elegir paredes
A veces uno cuando recorre la ciudad va viendo las paredes que posiblemente pueda pintar después. Otras veces salimos en búsqueda sin rumbo fijo. O por ahí algún amigo te invita a pintar con él en una pared que consiguió. A veces pedimos permiso, cuando lo creemos necesario. Otras veces nos jugamos el pellejo por hacer lo que más nos gusta. A la hora de buscar y elegir paredes nos fijamos en:
Ubicación: por una cuestión de difusión, exposición o comodidad para pintar.
Estado: facilidad para pintar, si hay que usar aerosol o rodillo con látex, u otra herramienta. Si está muy deteriorada o escrachada… Posiblemente a la gente no le moleste que pintes algo que mejore el aspecto de ese espacio…
Tamaño: tiene que ver si vas a pintar solo o acompañado, y también qué diseño quieras pintar… si es grande o chico.
Particularidades de la movida cordobesa y colegas
Mucho graffiti, esténcil, frases anónimas, pinturas políticas y de movimientos estudiantiles/sociales. Poco de otras formas de intervención (stickers, happenings, pasting, personajes o ideas originales). Muchas pinturas rápidas y pocas producciones o murales. No se pinta muy grande.
Acá lo que tiene que ver con graffiti y arte urbano es relativamente nuevo, debe tener unos 10 a 15 años. Lo que sí está desde que tengo memoria son las pintadas políticas y los afiches de calle. De estos estamos inundados. También sobresalen las frases de PEPINO, un personaje anónimo con una temática entre poética y peronista.
En cuanto a la movida del graffiti, va creciendo de a poco. Somos pocos y nos conocemos casi todos. Pero cada vez hay más jóvenes que incursionan en estas prácticas. Te tiro un par de nombres que veo en las calles: Marea, Kres, Lukas, Tecno, Zero, Asone, Blunt, Animo, Sess, Seat1, Elian, Rdm, Fedecamm, DMs, Ceka, Smar, Baal, Feder, Dero, Monei, Srone, Spot, PDK, TKM, PGP, y muchos más…
Creo que como somos pocos, la ciudad no es tan grande y el ritmo de vida no es el mismo que en Bs As, el graffiti y arte urbano se dan de otra forma… Es más tranquilo y pausado. No hace falta pintar en muchos lados para sobresalir acá. La mayoría de mis colegas son más chicos que yo, y trato de trasmitirles algo positivo de todo lo que pude aprender y aprendo. Veo grandes talentos en desarrollo. Y los que son de mi edad ya tienen en mente la profesionalización de su trabajo. Se encuentran armando muestras en galerías, o diseñando para marcas de ropa, o pintando murales y cuadros por encargo, o trabajando como ilustradores o diseñadores freelance.
Influencias y fuentes de inspiración
Me nutro de lo que me rodea y de la gente que me rodea. Y siempre estoy atento y abierto a aprender de todo para poder luego aplicarlo a mi proceso. Me inspira la gente con la que comparto mi hobbie/forma de vida, y la que no se cansa de producir y tratar de mejorar DÍA a DÍA.
En un principio estaba fuertemente influenciado por las vanguardias artísticas (futurismo, cubismo, dadaísmo, pop, suprematismo, etc, etc). No sé si tanto por las corrientes o la estética, sino más bien por el espíritu y sus manifiestos. Creo que me encuentro en una fase de experimentación constante. Por eso es bueno pintar en la calle: cada pared será diferente y cada pared merece una mirada especial. Me interesa mucho el graffiti sobre trenes, y me gusta ver las diferencias del graffiti en Europa y Latinoamérica. Me gusta ver cómo nos las ingeniamos acá en Argentina, y cómo de nuestras limitaciones y recursos nace un estilo propio del país o el continente.
"Detrás de cualquier graffiti se encierran un montón de historias..."
… historias que quisieron ser contadas e historias que se cuentan implícitamente. Fuera lo que fuera, cualquier frase o pintura en la pared es solo la punta de un iceberg. Usted no está viendo un graffiti, usted está viendo personas que lo invitan a pasear y PENSAR más allá de su realidad cotidiana.
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo…”
“No le pidas peras al olmo…”
“No les des importancia a los que no les importás…”
“El hombre pudo superar la velocidad del sonido, pero todavía no pudo superar la velocidad del dinero”
“Las leyes son un placebo para no entrar en pánico dentro del verdadero caos en el que vivimos diariamente, todo es posible”
Pueden verse trabajos de Oster en estas dos webs:
Graffiti y calle: http://www.flickr.com/photos/ostergraff/
Ilustraciones: http://www.humor-cordoba.blogspot.com.ar/
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Tercera selección de grafitis recopilados en los furgones de la Línea Roca, entre Sarandí y Hudson o Sourigues. Sexo, drogas y rocanrol, política, religión, amores y poesía entre esas cuatro paredes íntimas y públicas, donde nada se queda quieto mucho rato.
Un viernes, a eso de las 10 de la noche, sobre los bancos de cemento de una plazoleta en Donato Álvarez y Av. San Martín (San Francisco Solano), un tal Ariel se colgó a escribir con fibrón la novela de su vida: ideas simples y potentes, sinceramientos y consejos para sí mismo, para cualquiera.
Autor de novelas memorables como Nuevas cenizas y Muñecas 970, Mariano Fiszman transita las transformaciones de las calles de Villa Crespo, donde la demolición de casas antiguas coincide con el auge de los outlets y las pintadas del arte callejero.
Bárbara Gasalla le pidió a artistas callejeros que elijan una obra y cuenten su proceso de producción. Aquí Sebastián Cilio habla sobre su esténcil de Cayetano Santos Godino.