La plataforma de colaboración cívica Crónicas de Héroes (con base en México) eligió a GRaFiTi como una de las buenas iniciativas en Argentina.
Dice la nota:
"GraFiTi, Escritos en la Calle, es una iniciativa en Buenos Aires que documenta arte urbano enfocado en la palabra escrita espontáneamente en espacios públicos por medio del graffiti. Fernando Aíta, Alejandro Güerri y Tomy Lucadamo crearon una página web en la cual se exponen y relatan palabras e ideas que forman parte de la conciencia colectiva y sentimiento cotidiano. En esta página web es posible encontrar la ubicación exacta de estas expresiones por medio de un mapa en el cual a través de fotografías se ilustra estas manifestaciones las cuales van desde cometarios personales de amor, consejos, delirios, pedidos, hasta otros temas que involucran visones filosóficas, de política y misticismo, etc., por mencionar algunas. En hora buena por esta iniciativa que funde lo digital con lo tangible creando una historia colectiva continúa."
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Muchas gracias a Yesica Guerra.
Al igual que con otras pasiones, la lectura de grafitis me cautivó mucho antes de que pudiera encontrarle motivos. En el principio, entonces, fueron los mensajes. Frases escritas por manos anónimas que, de golpe, en la pared de alguna calle, me salían al cruce. Risa, desconcierto y, a veces, el inevitable estar o no de acuerdo. Pero nunca indiferencia.
Sea porque los grafiteros fueron sorprendidos in fraganti, porque se terminó la pintura, o se dieron cuenta a mitad de camino de que la pintada no cabía en el espacio elegido, algunos graffiti quedan sin completar...
En su libro Graffiti, Lelia Gándara hace un estudio detallado del género. En este pedazo del texto habla sobre algunos rasgos comunes de la escritura de graffiti.
Por su carácter ilegal, clandestino, la escritura grafitera se desarrolla sobre todo por las noches: menos personas, menos ojos.
Pero hay un tipo de graffiti nocturno por excelencia.