¿Quién dijo que los vasitos de telgopor solo sirven para tomar infusiones? Oscar Brahim vuelve a colocar frases inquietantes en la vía pública, a gran escala, con un material y un soporte inesperados.
por Alejandro Güerri
En fechas recientes, los vecinos de dos barrios de la capital fueron convidados con sorbos de lo imprevisto. Las intervenciones de Oscar Brahim volvieron a las calles (¿quizás nunca se hayan ido?), o para ser más exactos, a los alambrados que están dentro del predio de Agronomía, y a los que bordean las vías del ferrocarril San Martín, en La Paternal, frente a las ex-bodegas Giol.
Las frases que se ven en las fotos están compuestas con vasitos descartables de telgopor que, según cuenta Oscar, “los retiro de la bolsa de residuos en las estaciones de gas. Los taxistas se sirven gratis el café y descartan el vasito, que luego enjuago uno por uno para su re-utilización”. El efecto visual recrea una tipografía de puntos, que le da un grado de objetividad al mensaje y de belleza por el salto de escala.
A la sorpresa de pasar y ver un alambrado que dice cosas, se agrega la del contenido. Simples en su estructura, las frases tienen algo contradictorio cuando las releés, como si el sentido tironeara para dos lados y no se dejase atrapar. Oscar aclara: “las frases vienen llegando...estoy leyendo un libro para un trabajo interior propio y algunas me parecen que pueden ser compartidas, 'comprendidas' por el espectador transeúnte”.
Nacidos al calor del cambio de siglo, los esténciles de Cartoonneros surgen de un cruce entre la estética de los cómics y una gran sensibilidad social. Desde entonces, su hacedor viene dejando huellas de Sur a Norte de nuestro país, así como en ciudades de Brasil y Europa, con homenajes a figuras influyentes del arte y la cultura, o acompañando luchas populares.
En las calles porteñas te pueden llegar mensajes de texto desde las pantallas de unos celulares. Son parte de una antología que Alejandro Chuca realizó entre 2006 y 2018, y luego decidió pegar en las paredes: una forma de rebelarse contra la obsolescencia programada, defender el ocio popular, y rescatar epigramas del flujo incesante de comunicaciones.
En la esquina de Montevideo y Lavalle funciona una librería universitaria. Algunas de sus paredes lucen grafitis -texto y símbolos- hechos con marcador negro: citas, ocurrencias, esquemas, escritos prolijamente en imprenta. Cerca hay un colchón y bultos bajo una manta.
En el marco de la muestra "Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes", el sábado 18 de noviembre, hicimos un Safari Fotográfico en Boedo.
En el marco de la muestra "Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes", este sábado 18 de noviembre, hacemos un Safari Fotográfico en Boedo. La cita es en Nivangio (Colombres 946, entre San Juan y Carlos Calvo). La actividad es gratuita.