Cualquiera que camine por Lomas de Zamora se sorprende al ver cientos de esquinas, paredes y persianas pintadas con mil rayitas rojas y blancas, escudos del CALA y homenajes musicales. Y es que la pasión por Los Andes encontró quien la plasme en las calles del barrio: Ganando Las Calles.
por Fernando Aíta
Pertenencia
Ganando Las Calles es un sano fanatismo partidario Mil Rayitas, un grupo de amigos que pinta por amor al club, sin un fin político, que no nos interesa: lo que queremos crear con cada pintada es un sentido de pertenencia.
Somos más de 20 personas, de diferentes edades. Los más grandes pasamos los 40 y participan pibes y chicas que van desde los 20 a los 30 y pico de años, y también muchas veces hay niños cuando pintamos.
A mitad de agosto de 2016, llevamos hechas 189 pintadas, numeradas y sin chamuyo, y sólo pintamos de Los Andes, nada más.
Abstinencia de cancha
La idea surge en el año 2009, luego de un descenso y cuando el Comité de seguridad nos prohibe a las categorías de ascenso ir a ver partidos de visitante. Transformamos esa "abstinencia de cancha" en juntarse con amigos y pintar Escudos y frases sin agredir a otros clubes, sólo de amor a Los Andes.
Superávit de lugares
Los lugares los obtenemos pidiendo permiso a los vecinoes durante la semana: ponemos el ojo a una pared y vamos. Ahora se hace más fácil porque la gente sabe que somos prolijos. Es más, tenemos superávit de permisos: muchos espacios esperando por ser pintados.
Recursos
Las pinturas y accesorios para pintar los conseguimos mediante rifas. En los comienzos salían de nuestros bolsillos; hoy somos agradecidos al pueblo Mil Rayitas, que siempre nos ayuda comprando una rifa, una remera o un cuadro pintado por nosotros, o una camiseta que nos da algún socio para sortearla.
Inspiración
Al tener integrantes de distintas edades nos vamos turnando para los gustos musicales, pero sinceramente los grandes nos imponemos, jeje. Los diseños salen entre semana. Hay "mentes que vuelan", y siempre sale algo.
También tenemos más de 20 pintadas de Malvinas, porque creemos en la soberanía que nos corresponde sobre ellas, y por tantos héroes que merecen nuestro reconocimiento y respeto.
En realidad abarcamos bastantes temas, históricos, culturales, musicales, historias del club.
Para adelante
Ganando Las Calles no se termina en un número de pintadas. Va a seguir. El deseo es que lo continúen las generaciones más jóvenes, como un ejemplo de pintar de corazón en las paredes, sin agredir, sin violencia.
Las actividades del grupo se pueden seguir en su página: https://www.facebook.com/ganando.lascalles/
Muchas gracias a Christian y Ganando Las Calles por las respuestas y la buena onda.
Al igual que con otras pasiones, la lectura de grafitis me cautivó mucho antes de que pudiera encontrarle motivos. En el principio, entonces, fueron los mensajes. Frases escritas por manos anónimas que, de golpe, en la pared de alguna calle, me salían al cruce. Risa, desconcierto y, a veces, el inevitable estar o no de acuerdo. Pero nunca indiferencia.
Sea porque los grafiteros fueron sorprendidos in fraganti, porque se terminó la pintura, o se dieron cuenta a mitad de camino de que la pintada no cabía en el espacio elegido, algunos graffiti quedan sin completar...
En su libro Graffiti, Lelia Gándara hace un estudio detallado del género. En este pedazo del texto habla sobre algunos rasgos comunes de la escritura de graffiti.
Por su carácter ilegal, clandestino, la escritura grafitera se desarrolla sobre todo por las noches: menos personas, menos ojos.
Pero hay un tipo de graffiti nocturno por excelencia.