Sus grafitis tienen marcas reconocibles: el aerosol fucsia, el triángulo con tres rayitas de la firma, y sobre todo, frases contundentes que al leerlas dan la impresión de haber abierto en plena calle el diario íntimo de alguien. El amor sin dicotomías y la búsqueda de la verdad, pares opuestos y máximas concluyentes. En Plaza Irlanda, San Fernando, Núñez, Palermo, San Bernardo, Retiro y, principalmente, Colegiales se pueden rastrear los grafitis, las pegatinas y otras intervenciones artístico-espontáneas que Parafinas Doradas deja a su paso para que te las encuentres.
YO ME ESCRACHO ALGO
Lo primero que hice para salir a la calle fueron unas pegatinas muy chiquitas que no las veía nadie, eran unos dibujitos con una frase extraída de algún texto mío. Yo salí a pegarlas chocha, pero no tuvieron nada de repercusión, el tamaño en el que las había hecho no era acorde al afuera.
Entonces me dije: "voy a hacerlas más grandes". Y empecé a armar unas redondas con textos circulares y la cara de una china en el medio, a esas les puse color y eran bastante atractivas, pero no terminaban de convencerme.
Un día vi que tenía un aerosol en casa y dije: "Ya fue, yo me escracho algo". Y fui y puse solo "Parafinas doradas" en una pared, así, como con temor por pasar alguna barrera, por subirme a las ligas de los grafiteros.
Hasta que un día me fui por atrás de un supermercado que está en Álvarez Thomas, donde todos los días yo pasaba y veía un escrache diferente, pero que al día siguiente lo tapaban. Y ahí pinté "Admite lo inevitable de esta fuerza". Fue mágico, sentí una adrenalina increíble al hacerlo, el tamaño, lo semi ilegal y el sentimiento que acumulaba esa frase.
VINO EL FUCSIA
Me gustaba el negro, me parecía clásico y fuerte, hasta que me regalaron un Montana fucsia flúo. Era de noche, salí a caminar por Ravignani, calle atestada de grafitis, y ahí apareció la pared perfecta para la frase ideal. Ahí puse "Hasta no saber quién eres, ningún lugar será tu lugar". Y a partir de ese, empecé a ver cómo en las redes sociales compartían la foto, Facebook, Instagram. Esa fue la primera vez que escribí y firme, me hice totalmente cargo de mis letras y de mi acción. Creo que el color también hace lo suyo a la hora de reconocer la pintada, además marca lo femenino y no hay muchas mujeres que hagan grafiti.
http://www.escritosenlacalle.com/images/parafinas-doradas/hasta-no-saber.jpg
QUE LA LITERATURA VAYA EN BUSCA DE LA PERSONA
Yo soy de la costa y ahí la vida transcurre fuera de tu casa. Vas a la playa y estás todo el tiempo en la calle, entonces yo quería que mi mensaje saliera. Yo escribo desde los 14 años, pero siempre supe que no quería escribir un libro. Quiero buscar otras herramientas para que así la literatura llegue a la persona que le tiene que llegar en el momento indicado. Antes escribía textos y los subía a mi Facebook acompañados con una imagen, y gente que no leía nunca, solía pasar por esas letras, pero quedaba en las redes sociales y me hacía a mí quedarme enredada en la red social.
Hay algo que tengo bien en claro: la gente se cruza con el grafiti que se tiene que cruzar. A veces me llegan mensajes que dicen: "Hola, la verdad te quería agradecer porque justo estaba buscando una respuesta y encontré esto". Y me mandan una foto de algo que yo pinté. Capaz esa persona no va a comprar un libro, o compra un libro y lo guarda en la biblioteca y nunca lo lee. Entonces yo quería hacer que la literatura vaya en busca de la persona y no la persona en busca de la literatura. Entonces para ir en busca, tengo que estar donde la gente está, en la calle. Darle aire a mis palabras.
NO TE VOY A ARRUINAR UNA PARED LIMPIA
Ahora salgo y miro las paredes, pero no es una cuestión de obsesión sino que ya es parte de mí. Veo el tamaño y ya sé qué frase puede entrar, la pared tiene que estar escrachada en algo, no te voy a arruinar una pared limpia, no puedo. Mi papá me mataría. Cuando era chica, mi papá me decía: "¿Vos fuiste a escribir con aerosoles esa pared?". "No, papá, te juro que no", recuerdo que era en el terreno baldío de al lado de casa, decía "Maldito Flanders", debería ser de alguna banda de rock, o al menos siempre supuse eso... Al día de hoy aún cree que fui yo.
En realidad elijo la pared porque me la choco. Hay paredes que capaz veo desde la bici o en el bondi. Freno, me la anoto y después voy y la escribo. Y si no hago la gran "hoy salimos a grafitear", cargo el bolsito con los aerosoles de colores y voy yendo hasta que encuentro una que me cae del cielo.
PARAFINAS DORADAS
Me gusta Babasónicos desde siempre y ellos tienen un tema viejo que se llama "Parafinada", con el que me siento identificada porque habla de una chica de la costa y su relación con el mar y con la gente del verano. Sumado a esto, la parafina no se usa solo para hacer velas, es lo que se le pone a las tablas de body o de surf para mantenerte seguro cuando estás subido a ellas, evita que te resbales, que te caigas. Cuando empecé a escribir me pareció que era un nombre representativo desde todos los aspectos y le agregué el "Doradas", pues lo tomo con la máxima expresión de algo, y para mí la literatura y el arte lo son, me mantienen firme y no me dejan caer, y cada vez que me expreso a través de ello algo en mí se potencia.
Creo que las señales están por todos lados, solo hay que saber verlas. Cuando me mudé sola adopté una gatita, Chester. Ella tiene un triángulo de pelo marrón en medio de su frente: en ese momento supe que era el mejor logotipo. Tenía fuerza y poder, luego le agregué las tres líneas a modo de expansión.
CORTA, FUERTE Y QUE TE QUEDE
Las frases nacen de textos que escribo o a partir de conversaciones con alguna amiga, ya sea en persona o por mensaje, donde por ahí tiro alguna que me gusta y después la uso. Soy muy de escuchar a los otros y cuando vos ponés atención a lo que te cuentan, no das respuestas generalizadas como "El tiempo lo cura todo". Me involucro con lo que le pasa al otro y me sirve para reflexionar sobre cosas que no me están pasando a mí, me quedo dando vueltas con el concepto y así nacen muchas frases. Antes escribía más textos y como ahora estoy saliendo a escribir a la calle, intento resumir todo en una oración que sea ineludible. Corta, fuerte y que te quede.
MI VERDAD EN UNA PARED DE COLEGIALES
Cuando escribo textos, me gusta que el encabezado genere una fuerza tal que te sientas obligado a seguir leyendo y que el remate también sea potente. Entonces algunas de las cosas que escribo en las paredes vienen de ahí, son el remate o la intro.
Cuando me pongo a escribir, es de una, no analizo mucho porque si no, no tiene la misma fuerza. Hay un montón de gente que se quiere hacer la que escribe, que no está mal, pero cuando vos leés esos textos no tienen la misma fuerza ni la misma verdad que alguien que lo sintió profundamente, se nota que está procesado, con filtro. Por eso yo no firmaba antes, porque era mi verdad en una pared de Colegiales y no una copia de una verdad ajena. El valor de lo espontáneo es todo, pero no de que se me ocurre la frase en el momento en el que estoy con el aerosol en la mano, sino que son frases que a mí me van, que en ese momento de mi vida me resuenan. Muchas de las frases son máximas porque son descubrimientos personales.
BARRA BRAVA
Hace un tiempo pinté una frase que dice: "Solo le temo a la muerte si no me encuentra contigo", y los de la barra brava del Club San Nicolás se la apropiaron y la pusieron en una bandera. O sea, ya está, cada uno lo siente como lo quiere sentir. Las letras pasan a ser de quien lo lea. Yo entrego y después que se le revuelvan las historias que se le quieran revolver a cada uno. Se trata de redescubrirse uno y al mismo tiempo sorprender a otros, que lo ven, que lo miran y que se van con una historia.
LÍNEA DE DESEOS
Yo actúo por la presión y por la creatividad automática. Un día estaba en mi trabajo, era 1° de diciembre y yo estaba charlando con el de seguridad en la puerta, justo nos habían puesto dos containers de reciclables en la vereda. Entonces veo que viene un padre con su hija y que van a tirar dos teléfonos, fui corriendo y le pregunté si me los podía quedar. Ahí automáticamente se me ocurrió lo que tenía que hacer. Estaba aburrida de ver año tras año los mismos deseos generalizados y trillados en publicidades en la tele y en brindis familiares, así que armé la línea de deseos que decía "Comunicate con vos mismo" y expresaba deseos más comprometidos con lo personal y con lo que a veces no queremos ver. Creí que lo correcto sería ponerlos en las paradas de colectivos donde el caudal de gente se renueva rápido, y así fue. Seguramente alguien brindó y dijo "hacer valer mi libertad" como indica una de las oraciones.
El street art es efímero, es pura entrega y la calle es la galería más hermosa.
El Street art es efímero, es pura entrega y la calle es la galería mas hermosa.