Por su carácter ilegal, clandestino, la escritura grafitera se desarrolla sobre todo por las noches: menos personas, menos ojos.
Pero hay un tipo de graffiti nocturno por excelencia.
Al anochecer, a medida que los negocios bajan las persianas, junto con las cortinas metálicas se desenrollan una cantidad de mensajes ocultos durante la agitación del día.
Los locales desocupados son excepcionales: mantienen las pintadas en exposición las 24 hs., a veces durante meses y años.
Una hipótesis: el graffitero elige la persiana de un comercio antes que la pared de una casa. Un indicio lo aportaría el hecho de que casi nadie pinta graffiti en los vidrios de los locales con rejas.
Una invitación: ver la etiqueta "persiana" o ingresar la palabra en BUSCAR.
Fernando Aíta
Nacidos al calor del cambio de siglo, los esténciles de Cartoonneros surgen de un cruce entre la estética de los cómics y una gran sensibilidad social. Desde entonces, su hacedor viene dejando huellas de Sur a Norte de nuestro país, así como en ciudades de Brasil y Europa, con homenajes a figuras influyentes del arte y la cultura, o acompañando luchas populares.
En las calles porteñas te pueden llegar mensajes de texto desde las pantallas de unos celulares. Son parte de una antología que Alejandro Chuca realizó entre 2006 y 2018, y luego decidió pegar en las paredes: una forma de rebelarse contra la obsolescencia programada, defender el ocio popular, y rescatar epigramas del flujo incesante de comunicaciones.
En la esquina de Montevideo y Lavalle funciona una librería universitaria. Algunas de sus paredes lucen grafitis -texto y símbolos- hechos con marcador negro: citas, ocurrencias, esquemas, escritos prolijamente en imprenta. Cerca hay un colchón y bultos bajo una manta.
En el marco de la muestra "Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes", el sábado 18 de noviembre, hicimos un Safari Fotográfico en Boedo.
En el marco de la muestra "Las hojas sueltas de un libro escrito en las paredes", este sábado 18 de noviembre, hacemos un Safari Fotográfico en Boedo. La cita es en Nivangio (Colombres 946, entre San Juan y Carlos Calvo). La actividad es gratuita.