Desde fines de los 80, Ral Veroni (Buenos Aires, 1965) viene desplegando una obra a la vez ecléctica y coherente. La diversidad de soportes y estilos se combinan con algunas insistencias temáticas, como el país, la política y la subsistencia personal, atravesadas siempre por un humor entre inocente y ácido.
El pasaje de la calle Superí, en el barrio de Belgrano, es conocido porque, desde hace años, sus paredes viven pintadas con grafitis hip-hoperos. Una visita nocturna a esta galería espontánea es la llave que abre una red de asociaciones con el tiempo como eje central.